El urbanismo táctico como estrategia de intervención urbana
- Gabriela Vildósola
- 3 may 2021
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 22 mar 2022
Recuperar un espacio degradado o abandonado y convertirlo en un lugar de juego para niños, transformar un estacionamiento en una plaza de bolsillo para el encuentro ciudadano, implementar una ciclovía piloto, ampliar el ancho de las veredas o peatonalizar temporalmente una calle para priorizar al peatón por encima de los vehículos. Todo ello solo con pintura, materiales reciclados, plantas en macetas, mobiliario como bancas y mesas, y sobre todo, con la participación de los vecinos: eso es urbanismo táctico.
Cada vez son más las ciudades que apuestan por la transformación del espacio público para los ciudadanos; pasando de ser espacios priorizados para los vehículos motorizados que traen contaminación, tráfico y accidentes; a ser espacios para el encuentro, la convivencia y la experiencia humana.
El urbanismo táctico es una estrategia de intervención urbana de pequeña escala, de bajo costo, alto impacto, de implementación rápida y temporal; y que promueve el trabajo colaborativo entre los vecinos, el gobierno local y las organizaciones civiles, e incluso la empresa privada. Son experimentos urbanos que permiten medir el comportamiento de las personas y cambiar las actitudes ciudadanas en el corto plazo, así como hacer los ajustes necesarios para el proyecto urbano definitivo.

2016. Transformación de Times Square en NY de ruidosa y contaminada calle a una zona peatonal dedicada a la cultura, la convivencia y el comercio.
Ventajas del urbanismo táctico
El Banco Interamericano de Desarrollo – BID, a través de su programa Ciudades Sostenibles indica que el urbanismo táctico tiene tres ventajas sobre la manera tradicional de intervenir la ciudad para mejorar el espacio público:
1. El bajo costo de la etapa experimental de la intervención permite ocupar los lugares desde el primer momento y ser apropiados por los vecinos, mientras se desarrollan los proyectos definitivos.
2. La rápida ejecución. Por ser intervenciones de pequeña escala y bajo costo es posible hacerlo en corto tiempo, adaptándose rápidamente a la vida cotidiana de los vecinos. Además, es posible medir y evaluar el impacto y los resultados para mejorar el proyecto final.
3. La participación de la comunidad es quizá lo más importante. A diferencia de las intervenciones tradicionales de arriba hacia abajo, el urbanismo táctico se hace con los vecinos, desde la identificación del lugar de intervención, la planeación de la propuesta, hasta la ejecución en un trabajo colaborativo donde participan todos los vecinos: adultos, jóvenes y niños. En muchos casos exitosos, las propuestas nacen desde la comunidad o en colaboración con organizaciones civiles o de estudiantes universitarios y no desde el gobierno local, lo cual genera un impacto positivo en su apropiación.
Metodología para la intervención urbana
Para materializar las intenciones e ideas es necesario planificar el proceso, estableciendo, además, plazos para cada actividad. Varios programas e iniciativas como Ocupa tu Calle en Lima o Laboratorio del Espacio Público en México coinciden en los pasos a seguir:
1. El interés por mejorar un espacio público ya sea que nazca de los vecinos, de los activistas o del gobierno local.
2. La idea. Explorar el lugar y sus dinámicas actuales y potenciales para establecer la idea y los objetivos de lo que se quiere hacer y que responda a las necesidades de los vecinos que serán los beneficiarios.
3. Construir un mapa de actores. No solo los beneficiarios sino todos aquellos que se convertirán en aliados y pueden apoyar directa o indirectamente en el proyecto: vecinos, funcionarios municipales, empresas, estudiantes universitarios, activistas, etc. También hay que identificar a los actores que podrían poner en riesgo la intervención oponiéndose al proyecto. Es importante pensar en estrategias para establecer vínculos con ellos.
4. El Diagnóstico urbano. Permite crear evidencia estadística a través de instrumentos de medición de la realidad para luego compararlo con las mediciones del impacto de los resultados en la mejora del uso del espacio intervenido; y así convencer a la autoridad para desarrollar un proyecto definitivo.
5. Desarrollar la idea y diseñar la propuesta de manera participativa con los vecinos a través de talleres en la misma comunidad. Es necesario considerar a todos: niños, jóvenes, adultos y adultos mayores.
6. Buscar financiamiento para la intervención. A los actores aliados (empresas, gobierno local, colegios profesionales, universidades, entre otros) se les puede pedir donaciones y materiales; o realizar actividades diversas para recaudar fondos.
7. La intervención. Se realiza con participación de todos los vecinos y voluntarios; que logre no solo hacer realidad el proyecto sino generar lazos de confraternidad. Finalmente inaugurarla con una actividad comunal.
8. Medir los impactos y hacer los ajustes en el diseño que sean necesarios. Comparar con evidencias el antes y el después de una intervención ayuda a convencer a los tomadores de decisiones para transformar estas intervenciones en proyectos permanentes en el mediano plazo.
9. Comunicar. La difusión de las intervenciones durante todo el proceso y los logros e impactos positivos obtenidos es imprescindible para que motive a otros barrios y vecinos y se puedan replicar.
La intervención debe ser sostenible para garantizar su permanencia. El solo hecho de que sea exitosa no asegura que se mantenga en el tiempo. Para ello, hay que considerar el mantenimiento del mobiliario e infraestructura; establecer responsabilidades entre los vecinos y los diferentes actores; así como la activación permanente del lugar con actividades que sigan motivando su uso y disfrute por parte de los vecinos.
Finalmente, se debe tener claro que estas estrategias, que involucra acciones urbanas y proyectos piloto, son el primer eslabón, en el corto plazo, de un proceso más complejo de planificación y diseño urbano para lograr la transformación del espacio público en el mediano y largo plazo, con obras definitivas y permanentes pero que cuentan con la validación ciudadana.
Referencias
- Ciudades Sostenibles – BID https://blogs.iadb.org/ciudades-sostenibles/es/urbanismo-tactico-3-ventajas-en-la-ejecucion-de-proyectos-en-las-ciudades/
- Ocupa Tu Calle, ONU-Hábitat y Fundación Avina. (2018). Intervenciones Urbanas Hechas por Ciudadanos: Estrategias Hacia Mejores Espacios Públicos. Lima.
- Laboratorio de Espacio Público – MX (2019) Urbanismo Táctico en América Latina y metodología https://www.youtube.com/watch?v=4by23F-ZiIU

Escalinata de la Ternura. Puerto Santa Rosa, Belén. Proyecto promovido por INFANT PERÚ, FADV y Municipalidad de Belén-2017.

Barrio Villa Clorinda Málaga – Comas, Lima
Foto: Javier Vera Cubas

Plazoleta de la integración, Lima
Foto: Ocupa tu Calle
Publicado en Revista Línea Constructiva Edición 8 – Año 1 – marzo 2021